sábado, 26 de abril de 2008

La Mujer y El Vino.. Un cambio en Profundidad


Una compradora en traje de chaqueta blanco que cata un vino discutiendo abiertamente con la propietaria de una bodega de Gascuña. La imagen, inconcebible hace algunos años en un universo esencialmente masculino, ya no llamaba nada la atención en la duodécima edición de Vinexpo, el salón mundial de los vinos y licores que se acaba de celebrar en Burdeos. Elegir vino y apreciarlo ya no es la prerrogativa de los hombres. De hecho, los especialistas en márketing consideran ya a la mujer como un objetivo de sus campañas, en un momento en que la producción vitivinícola mundial crece más rápidamente que el consumo.


En el universo profesional, las sumilleres, enólogas o bodegueras han conquistado sus puestos, aunque "a veces, sobre todo al principio, sea difícil hacerse respetar en un universo tradicionalmente machista", como dice Sophie Jamin Changeart. Esta joven enóloga de 28 años conquistó "en buena lid" la estima de los bodegueros y viticultores con los que se relaciona en Gaillac (Tarn).


Hasta hace poco tiempo, las mujeres estaban prohibidas en las bodegas bordelesas, entre otras cosas, porque, según una creencia popular, una mujer con la regla, hacía enturbiar el vino. Después del histórico éxito de Corinne Mentzelopoulos con su Château Margaux o de Philippine de Rothschild, la profesión ha ido evolucionando a toda velocidad.


"Cuando era pequeña creía, porque eso era lo que me habían contado, que el vino era un asunto de hombres", recuerda Françoise de Wilde, que se felicita de haber retomado en 1976 la propiedad familiar Château Ripeau (Saint-Emilion), cuando su hermano mayor no quiso ocuparse de ella.


"Las mujeres desempeñan un papel importante en la producción y en el consumo de vino. Ellas son las que deciden y su papel debe ser reconocido", explica Gina Gallo, bodeguera en California. Muy sensible a las nuevas tendencias del mercado, la empresa Gallo, el mayor productor de vinos californianos, optó este año para promocionarse en Vinexpo por medio de la rubia nieta de su fundador. Y más que una banal cata, Gallo organizó en su honor todo un seminario en torno a "las mujeres y el vino".


"En un contexto de crisis, cuando el mercado se reduce, la industria entera tiene que movilizarse para encontrar nueva clientela", subraya la dirección de la empresa americana. Los estudios lo demuestran. Mientras al 70% de los consumidores les cuesta elegir un vino, el 80% de las decisiones alimenticias lo hacen las mujeres, según una agencia especializada que realizó un estudio para Gallo.


Según el citado estudio, "las mujeres representan un potencial esencial en los países en los que el vino es considerado como una bebida nueva y moderna". Por ejemplo, en Japón el vino es considerado ante todo como una "bebida femenina", en oposición al whisky, al cognac o al sake, que se consideran bebidas masculinas.


Signo de esta evolución, en Gran Bretaña, las mujeres declaran consumir más que los hombres, según un estudio de Wine Intelligence dedicado al consumo al otro lado del canal de la Mancha. El grupo Tesco, uno de los mayores supermercados británicos, lo sabe bien. "En Inglaterra, el 80% del vino se vende en supermercado y son las mujeres las que hacen la compra", explica Helen Mc Ginn, responsable de compras de la cadena. Pero en la caza a los nuevos consumidores, una cuestión esencial sigue dividiendo a los especialistas: ¿Existe un "vino femenino", como existen perfumes femeninos?

Escrito Sophie Pons/ AFP

No hay comentarios: