Hablar del vino es romántico, dependiendo del vino, de la persona, de su origen, del momento.En mi recorrido pasamos (y lo digo en plural porque me acompañaron alumnos de la Academia) por la ciudad de Verona, Italia. Esta ciudad tiene dos referencias importantes la Feria de vinos ¨Vinitaly¨ que se celebra cada año en los meses de Abril y la casa de Julieta (de la novela Romeo y Julieta).
Hablar de Verona y del vino es romántico, la ciudad tiene bellas plazas, antiguos edificios donde la altura representó en la Historia el dinero y el poder, rincones donde puedes esconderte con una copa de vino.
¨ El clásico Romeo y Julieta cuenta el triste final de un amor prohibido, mi versión de esta historia es una Julieta que busca en Verona a Romeo, y en su recorrido se encuentra con el vino, con sus calles, sus restaurants, sus enotecas, bebe sus vinos, se pierde en sus iglesias y no consigue a Romeo, cuando encuentra una pista desaparece, grandes vinos formato mágnum, son parte de esta historia, que entre copa y copa, recordaba los momentos felices que vivió junto a su Romeo, y dentro de ese análisis consiguió vinos de Ripaso, Amarones,, las burbujas de prosecco y la grappa.La intensidad de su recuerdo la llevaba a caminar por las calles, y preguntarse donde estaba su amor perdido, y solo le quedó el recuerdo de esa bellísima ciudad Verona, donde extravió su amor Romeo.¨
Los vinos que bebimos la noche que comimos en Il Cenacolo, 
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